domingo, 10 de abril de 2011

El Libro, Internet y la Piratería

Www.ilpglobal.es En esta serie de entrevistas de Juan Cruz http://www.elpais.es/ con Editores, de las que me estoy convirtiendo en “rémora”, destaco la de hoy domingo. En esta ocasión el entrevistado es Stephen Page, Director de la Editorial Faber&Faber http://www.faber.co.uk/ .
Stephen Page es el Presidente de la Asociación de Editores de Inglaterra, trabajó en marketing y ventas en Longman, HarperCollins, Fourth State y finalmente en Faber&Faber (Editorial responsable de 11 Premios Nobel y 6 Premios Booker)… y todo ello con 46 años. Faber&Faber es una de las Editoriales más rancias  de Inglaterra; se dice, de hecho, que están orgullosos e identificados con la máxima de TS Elliot: "with most books you are aiming to make as much money as possible, with poetry you are aiming to lose as little as possible".
En una reciente entrevista en THE GUARDIAN http://www.guardian.co.uk/ se le formulaba una pregunta que, en los tiempos que corren, está en la mente de todos: ¿Para qué se necesita un Publisher (Editor) si cualquiera puede editar su obra en Internet y cualquier usuario descargársela? La respuesta de Stephen Page, sorprendente, le daba a los Editores la condición de “árbitros del gusto” en un mundo inundado por la abundancia. Esta respuesta, efectivamente enlaza con otras entradas de este Blog sobre el papel de los prescriptores en Internet.
En esta entrada, reproduzco literalmente dos de las preguntas le hace sobre el futuro del Libro, bajo (i) Internet; y (ii) la Piratería.
Pregunta de Juan Cruz. Internet irrumpe en la cultura del libro tal como era hasta ahora. ¿Cómo ve usted el futuro del libro y de las librerías? ¿Existe el peligro de que mueran?
R. Tanto el autor como el lector gozan de una salud muy buena. Y esa es la esencia de nuestro negocio. Y sí, hay muchos cambios en la manera en que lo hacemos. Pero soy optimista. Nuestro trabajo consiste en que lo que escriban los escritores sea de una calidad excelente y que eso llegue a los lectores. Ese es nuestro trabajo. Uno de los miedos era que los escritores iban a ir directamente al lector, sin pasar por la editorial. Pero no es así. No ha cambiado en lo esencial. La inversión en los escritores no se ha desvanecido. Las editoriales existen para ayudar al escritor. El segundo paso, que es el de editar, el de mejorar lo escrito, sigue siendo algo que se hace de manera muy consistente. Y se invierte mucho en ello. Al menos se debería. Las editoriales tienen que servir al escritor. No al revés. Sé que hay agentes y escritores que creen que las editoriales no ponen empeño en esto, y en algunos casos es verdad. Es peligroso porque sin duda la mejor inversión es la que se hace en el escritor. El tercer paso, que es el de llegar al lector... Ahora tenemos competidores nuevos, como Amazon. Algunos piensan que Amazon sabe quién es el lector y las editoriales no lo saben. Que conocemos las librerías, pero no los lectores. Y las editoriales se están empezando a transformar, orientándose más en el lector y dependiendo menos de los lugares donde se venden los libros. Las editoriales tienen un monopolio en el sentido de que controlan cómo llegan los libros a las librerías, supermercados o tiendas. Pero no tienen el monopolio y no controlan cómo hacer llegar tu libro digital al lector. En el Reino Unido se prevé que las ventas online signifiquen un 5% de nuestros ingresos de aquí a un año o dos. Otro 10% lo vendemos a través de Amazon y empresas parecidas. Eso representa un 15% de ingresos que no están viviendo a través de las librerías. Para mí esa es la amenaza más grande: cómo reestructurar el sistema para que las librerías puedan seguir existiendo. Pero ya dije antes que creo firmemente en que los lectores sigan comprando libros impresos, y aunque cada vez haya más demanda para libros digitales, no seguirá el mismo curso que ha seguido la música, por ejemplo.
P. ¿Por qué?
R. El CD es un CD... El libro, no. El libro sigue siendo un objeto. El 30% de los libros se compran como regalos. La edad de los compradores de música es joven; los compradores de libros son mayores. La mayoría de los libros los compran hombres mayores de 50 años, seguidos por mujeres mayores de 50 años. Dicho todo esto, creo que lo importante es que la gente lea. No me importa si es un ebook. Lo que haremos es producir libros más sugerentes, más atractivos. Libros.
P. ¿Y le preocupan las descargas gratuitas?
R. Por supuesto. Si hablas con cualquier persona que trabaja en el mundo discográfico, esa es su principal preocupación, el pirateo, como lo llaman ellos. A diferencia de lo que pasa en el sector musical, donde lo que importa es el empresario, a nosotros lo que nos importa es el escritor. Las licencias de copyright tienen que asegurar que se proteja al escritor y su obra. Esa licencia tiene que trabajar para que no se abuse del escritor, porque si el sistema de licencia no le protege, todo se derrumba. El problema en el mundo digital es que existe una delgada línea entre el uso y el abuso de la obra. Uno de los grandes placeres que existen es prestar libros a los amigos. Si yo le presto a un amigo el libro Matar a un ruiseñor, no me siento mal porque este no le pague un royalty al escritor por leerlo sin haberlo comprado. Pero tenemos que pensar en una nueva manera de operar con el mundo digital. Tenemos que concienciar a la gente de que la única fuente de ingresos de un escritor es el copyright.
Con estas respuestas, uno puede estar de acuerdo o no, pero son respuestas sensatas, reflexionadas; y eso, hoy por hoy, es un bien escaso.

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