It´s the Internet Stupid!!! (iii) ¿Cómo debe ser retribuido el músico?

La música es la que más tiempo lleva atravesando el desierto de Internet y la primera que atisba su modelo de negocio futuro. En diciembre de 1999, varias empresas discográficas iniciaron un juicio en contra de Napster lo que le conllevó una enorme popularidad y varios millones de nuevos usuarios. Para los seguidores de Napster el juicio fue algo confuso. Para ellos la habilidad de compartir archivos era una característica propia de Internet, y no de Napster, el cual actuaba simplemente como un motor de búsqueda. Muchos argumentaban que de cerrar Napster sólo se conseguiría que sus usuarios emigraran hacia otros sistemas de intercambio de archivos. Esto último de hecho ocurrió, con software como Ares Galaxy, Audiogalaxy, Morpheus, Gnutella, Kazaa, Emule, LimeWire y eDonkey2000.
Diez años después, la industria musical ya tiene perfilado por dónde debe ir su nuevo modelo de negocio. De hecho ya coexisten tres formas de retribución:  (i) Por los conciertos; (ii) Por la venta de canciones individuales - no discos o CD sino éxitos -  a través de plataformas como Itunes o similares (personalmente prefiero pagar 0,95 € por una canción que descargármela). Comprándola (por ese precio) tengo la ventaja del orden, de la sistematización en mi biblioteca que tener que hacerlo todo por mi cuenta; la compra de una canción por 0,95 € ilumina al mundo de la música por dónde va el futuro ; y (iii) Por la publicidad que su imagen, su popularidad sea capaz de generar, sobre todo en Internet, pero también fuera de Internet. Esta notoriedad la vienen adquiriendo recientemente a través del cine, dirigiéndose a un público joven cuya propagación progresa geométricamente con enorme rapidez.
Por otra parte, al músico le resulta ahora más fácil difundir su obra. Antes tenía que convencer a la discográfica. Ahora tiene el océano de usuarios de Internet a su disposición. Ya por la popularidad adquirida, ya por el cine juvenil, ya por excentricidades poco musicales, ya por calidad inequívoca, el músico puede propagar su obra sin intermediarios. http://www.ilpglobal.es/.